jueves, 22 de enero de 2015

Calzada Romana del Beneficio

La existencia del tramo viario del  Beneficio , en Collado Mediano, nos permite añadir un elemento más del posible trazado de la vía XXIV del Itinerario de Antonino, de forma que si hacemos caso a esto encontraríamos que el camino descendía de la Sierra de Guadarrama hacia Collado Villalba por una ruta distinta de la establecida por Blanquez y Sánchez Albornoz (Jiménez Guijarro, 2006, pág. 54). Según Jiménez Guijarro el camino que seguía la calzada es el que desde La Fuenfría se dirige por la Carretera de Los Molinos a Collado Mediano, ahí el camino discurriría a media ladera y en el fondo del valle, queda complementado con la distancia en millas que separa Segovia y Miaccum, tal y como lo señala el Itinerario de Antonino.

Calzada romana el beneficio



La mansio de Miaccum, que según el Itinerario de Antonino, se situaba entre Segovia y Titultia, sabida es la existencia de una interpretación centenaria que la localiza en los alrededores de Madrid, junto a la casa de Campo, idea que se ha revitalizado en los últimos tiempos. Otros la sitúan en el piedemonte serrano, en los yacimientos de Monesterio (San Lorenzo de El Escorial) o El Beneficio (Collado Mediano), que comparten características, amplia cronología y situación junto a una vía de comunicación. Estos últimos yacimientos aportan, además, el cumplimento de las distancias desde Segovia. No existen elementos suficientes para inclinarse por uno u otro. Lo más propicio es considerar que la mansio no estaba estrictamente junto al camino, sino que se accedía a ella mediante un corto diuerticulum, no que no cabe esperar un asentamiento urbano al que asociar Miaccum, sino varias posadas próximas y de similares características (Caballero, 2006, págs. 44-45). De El Beneficio se sabía lo que arias recogió en los años 70. De estos datos se colegia la existencia de un emplazamiento romano sin más. Seguramente el peso de los descubrimientos realizados en las inmediaciones de Arroyo Guatel, hicieron que la balanza se inclinase a favor de la creencia de que debería estar allí (Jimenez Guijarro, 2005). Antes  ya se habían señalado la existencia entre los términos de Guadarrama y Collado Mediano.

Mansio de El Beneficio


Desde que se iniciaron las excavaciones en 2004 el creciente número de restos recuperados y la existencia de diversas fases de construcción sucesiva, cronológicamente similar a los pretendidos momentos de construcción y reparación del camino de La Fuenfria, ha llevado a Guijarro a la conclusión de que el Beneficio es la mansio perdida de Miaccum (Jimenez Guijarro, 2005).

El edificio presenta una estructuración peculiar en torno a unos baños modestos a los que se anexan áreas de servicio y un tramo vial empedrado que le da acceso. Todo lo descubierto parece señalar que se trata de una edificación con una función muy concreta y funcionalmente  estructurada para la prestación de un servicio determinado. De esta manera Gijarro observa  que Miaccum debió de ser una posada de cierta importancia, eso sí,  dada su ubicación en el acceso al paso de Sierra (Jimenez Guijarro, 2005).

Parece existir una relación entre el trazado del viario romano y la existencia de un camino previo de origen indígena, lo que a Jimenez Guijarro le permite suponer la existencia, en las inmediaciones de algunos de los principales puntos de parada en el trayecto, de restos de poblaciones indígenas. No en vano el comercio y en ocasiones la defensa también les incumbía a ellos.

Siguiendo una técnica de localización, que Jimenez Guijarro ha empleado en su investigación, basada en las distancias máximas de radio. Según esta y basándose en los datos del itineario, se ha trazado una serie de círculos y arcos de círculos desde los puntos seguros y otros, provisionales, desde los lugares posibles de localización. Esta regla ha detectado que suele cumplirse que las distancias entre las distintas mansio no excede el arco máximo de radio. Como es de esperar, las mansio suelen situarse dentro de ese radio máximo, entre 2 y 5 kilómetros (Jimenez Guijarro, 2005).

En lo referente al trazado conservado, en un más que óptimo estado de conservación, se observa que está constreñido por los bordillos laterales formados por grandes bloques de granito, un relleno de tierra y piedra menuda, organizado estratigráficamente. Siguiendo el camino encontraríamos una construcción, en proceso de excavación, que deja atrás  para continuar de forma recta hacia las tierras de los términos municipales de Collado Villalba y Galapagar (Jiménez Guijarro, 2006, pág. 52).

Este edificio, conserva algunos elementos, como son las termas según Caballero Casado, aunque Jiménez Guijarro duda de esto debido a que no se ha encontrado el suelo calefactado, sino un conjunto de tres salas articuladas de modo canónico y que conforman un ala del edificio.



Se han constatado dos fases sucesivas de edificación. Los restos de la primera fase corresponden casi exclusivamente a los niveles de cimentación/fundación. De la fase de contacto entre la fase I y II proceden algunos de los materiales más interesantes que nos permiten alcanzar una cronología para el siglo I d.C. para la fundación inicial del edificio. Los materiales de esta primera fase son escasos, de forma que se presenta como una evidencia de la intención de desmontar primero la fase I antes de iniciar la construcción de la fase II (Jiménez Guijarro, 2006, pág. 53). Para esta segunda fase se usarían los cimientos de la Fase I como soporte directo para algunos de los muros de la fase II, y parte de la techumbre sería usada para nivelar el terreno, que sería usado por los investigadores como capa de separación de las dos fases constructivas.

Los materiales encontrados de la primera fase son pobres y se reducen a fragmentos de cuenco de la forma Ritt 8. Los materiales de la Fase II presentan una clara preponderancia de los elementos datados a partir de 320 A.D., con una notable representación de la forma 37T y de los platos y fuentes (Palol 3, Lamboglia 59, 74 Palol 4). Las decoraciones se aprecian un recurso casi exclusivo a la temática de los grandes círculos y lúnulas, con claro predominio de cerámicas lisas de engobes pobres, de mala calidad y pastas anaranjadas propias de las producciones africanas.

La musealización del tramo de la calzada está reducida a un panel explicativo de madera con una chapa de metal, donde se explica a qué vía pertenece el tramo, y la estructuración de las calzadas en sus distintos niveles tal y como se ha explicado anteriormente, así como una réplica de la calzada.

Reproduccion Estructura Calzada Romana

Esto se ve en la proximidad al centro de interpretación del Beneficio. Resulta interesante la construcción de un camino paralelo a la calzada que la sigue hasta   que se pierde su rastro en la cercanía a la construcción del beneficio, este camino permite observar las características de la calzada en los tramos que se conservan.

El gran protagonista, con razón, de la musealización de este yacimiento arqueológico es la considerada Mansio. Que queda musealizada con la presencia propia de la construcción y de un centro de interpretación, donde a través de una secuencia de paneles  se realiza un paseo por los orígenes históricos de Miaccum, pasando por su función socioeconómica. 

Bibliografía

Caballero, C. (2006). Madrid romano: nuevos puntos de vista. El Nuevo Miliario, 37-48.
Jimenez Guijarro, J. (Enero de 2005). Plataforma Galapagar. Recuperado el 24 de Junio de 2014, de Plataforma Galapagar: http://www.plataformagalapagar.com/Default.aspx?tabid=152
Jiménez Guijarro, J. (2006). "El Beneficio": Una ya vieja alternativa para Miaccum. El Nuevo Miliario(3), 49-56.




[1] Declarado Bien de Interés cultural en 2012

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