La mutación hacia la Europa feudal tiene que ver con los cambios operados en el ejercicio del poder. La detención de la guerra expansiva que acompaño y sostuvo la creación del Imperio Carolingio, y su sustitución por una modalidad de guerra defensiva, puso al descubierto la debilidad del poder monárquica para continuar dominando a la aristocracia. De esta manera, el poder paso del monarca a príncipes regionales, primero, a los condes y jefes de los castillos, después, que tuvieron en sus manos el derecho de mando, de forma que podían administrar la justicia, de utilizar en beneficio propio las tierras y las exigencias fiscales. Creando nuevas formas de relación entre señores y vasallos.
Al mismo tiempo, los nobles
laicos modificaron las relaciones de
parentescos que habían sido dominantes. Antes, esas relaciones se ordenaban de
acuerdo a una estructura cognaticia, es decir por parentesco de consanguinidad
natural, y por lo tanto la trasmisión hereditaria de los bienes tenía lugar
mediante el reparto igual entre los
hijos. A partir de este momento, se confirma la tendencia a la ordenación del parentesco de acuerdo con
un riguroso criterio donde el varón primaba sobre la mujer, y el mayor sobre el
menor. Esto será debido a la necesidad de transmitir los nuevos poderes
adquiridos, beneficiando a su vez la concentración de la propiedad.
La implantación del señorío no
estuvo exenta de violencia, donde las luchas entre los antiguos y nuevos dueños
del poder se repitieron por todo el continente, a lo que además se sumaba las
resistencias de los campesinos a las nuevas exigencias, y a los abusos por
parte de los nuevos señores.
Para solucionar este creciente
clima de violencia empezó a surgir un movimiento eclesiástico en torno a “la
paz de Dios” y de la “tregua de dios”, periodos o fechas de consideración
sagrada, así como espacios considerados sacros, de forma que se produjo una
reducción del uso de las armas. Con esto se modificó el concepto de la guerra y
sentaron las bases para su desviación
hacia el exterior del mundo cristiano. Por otro lado, al restringir el ejercicio
de la violencia y los beneficios
obtenidos con ella, los clérigos sancionaron aquellos que se obtenían mediante el uso de los nuevos
poderes señoriales, de forma que fueron presentando a los campesinos como clase
aceptable.
Para poder estructurar la
sociedad se divide en 3 teóricos grupos, los Oratores (los que rezan), los
Bellatores (los que luchan) y los laboratores
(los que trabajan el campo). Se
trata de un programa ideológico, elaborado por los eclesiásticos cultos para su
difusión en el cuerpo social, donde se
busca la ciega obediencia de un campesinado, al que se resigna a aceptar que
son los méritos de su trabajo los que permiten la labor de los otros dos
grupos, creando una sensación de dependencia hacia el campesinado, compensando
así los esfuerzos de los otros dos grupos y justificando sus privilegios.
Lo que se busca con esto es crear
una nueva dependencia por parte del campesinado, un campesinado que se ve
atrapado en las redes del señorío jurisdiccional
o banal, bajo la autoridad de dirigentes eclesiásticos y de los dueños de los
castillos.
De esta forma, se crea las
relaciones entre señores y siervos, que tanto han inundado el imaginario general
actual, en el cual el campesino observa impotente los abusos del señor de la
zona. Quedando ligeramente lejos de lo que ocurría en realidad. Si bien es
cierto que los abusos ocurrían, el concepto de siervo-campesino que tenemos en
la actualidad no es más que una deformación de las relaciones entre campesinos
y señores, dando lugar a lo que en mi parecer son errores de concepto como
puede ser la ligadura de la totalidad del campesinado a la tierra de su señor,
mas no termino de concebirlo así. Pues las relaciones entre campesino y señor
vienen vinculados por una dependencia del señor para alimentarse a cambio de la
protección que debía dar al campesino.
Cabe destacar, que existen
diversos modelos de campesinado medieval, a destacar entre ellos el que de por
si es propietario de la tierra que cultiva, pero ante la imposibilidad de
defenderse efectivamente de grupos organizados, se arropa bajo la protección del
señor feudal local, a cambio el propietario debe dar parte de su producción y
trabajar en determinados periodos para el señor feudal de forma más directa.
Otro tipo de campesinado surge de la necesidad de trabajar las tierras del
señor feudal, el cual ofrece trabajo, protección y casa a aquel que esté
dispuesto a trabajar sus tierras, asemejándose más a un colono.
Es evidente la diferencia entre
ambos grupos, donde el primero es plenamente libre de hacer lo que quiera, el
segundo está ligado a la tierra por contrato, un contrato que por lo general se
expandía durante generaciones, de forma que terminaba creándose una naturalización
de la relación.
Nuestro historiador nos vuelve con un nuevo artículo sobre Historia.
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