viernes, 15 de enero de 2016

Breve historia de los condados catalanes: el origen de una identidad.

Soy perfectamente consciente de que el tema que proponemos hoy puede ser cuando menos polémico, por ello, creo necesario hacer una pequeña advertencia que sustente y justifique las palabras que leerán a continuación. Los historiadores no somos físicos, no sentamos verdades categóricas e incuestionables, más bien todo lo contrario, los historiadores observamos las fuentes a nuestra disposición, las analizamos y formulamos hipótesis basadas en nuestra opinión y nuestro conocimiento sobre una determinada época o cuestión. Como historiadora tengo una opinión formada a cerca de la evolución de los condados catalanes, pero mi corriente historiográfica no es la única existente. También me gustaría advertir que la historia y los usos políticos que se dan a la misma no están necesariamente relacionados y en muchas ocasiones la historia se fuerza, se constriñe y se amolda a un determinado proyecto político.


Centrándonos ya en el asunto que nos ocupa nos remontaremos al origen de los llamados condados catalanes para definir qué son y cuáles son sus orígenes y para plantear un resumen sucinto de su evolución en la historia peninsular. 

Se denomina condados catalanes a aquellos territorios situados en el noreste peninsular y que se inscribían en lo que históricamente se conoce como Marca Hispánica, la zona sur de los Pirineos perteneciente al reino de los francos, este territorio servía además como frontera entre el imperio carolingio y Al-Andalus. Estos territorios formaban pequeños condados que fueron progresivamente incorporados al mayor de ellos, el Condado de Barcelona. Durante la Edad Media se fueron incorporando otros territorios, como Tortosa y Lérida, que habían estado bajo dominio islámico. Será Wilfredo el Velloso quién logre agrupar la mayor parte de estos territorios y obteniendo grandes poderes. 

Por su parte los condes de Barcelona serán habitualmente denominados princeps en las fuentes catalanas, incluyendo los Usatges, un documento jurídico de especial relevancia del que hablaré más tarde. Este término se utiliza para señalar al “primero entre los iguales”, es decir, al noble de mayor rango en un determinado territorio al que se le conceden poderes especiales para dirigir las acciones bélicas y para impartir justicia. Era un título común en la época y que está presente en la documentación leonesa, castellana y aragonesa con las mismas características. El término Catalania (Cataluña) empieza a ser usado en el siglo XII para referirse al conjunto de estos territorios y a su gobierno común. Durante el reinado de Jaime I “el Conquistador” se generalizará el uso de la denominación Principado de Cataluña para referirse a estos territorios, denominación que se mantendrá hasta el siglo XVIII.

Una vez sentadas estas premisas tratemos de explicar las líneas generales de evolución que sufrieron estos condados. Como ya he mencionado los condados catalanes formaban, en origen, parte de la Marca Hispánica y, por lo tanto, estaban bajo el poder del rey de Francia. Algunos autores sostienen que la estructura política de los estados catalanes había existido con anterioridad a la ocupación romana. Sin embargo, tomaré como origen, por ser el más ampliamente aceptado, el siglo VIII. En el siglo IX la crisis del imperio carolingio dificultó el control de los reyes de Francia sobre sus territorios, especialmente en la zona fronteriza. En los años finales del siglo Wilfredo el Velloso logró hacerse con el control de: Barcelona, Gerona, Urgel, Cerdaña y Osona, convirtiéndose en la máxima autoridad de la zona, lo que le permitió alejarse y limitar el control del rey de Francia sobre estos territorios. A partir de este momento y hasta el siglo XIV, los condados catalanes tendrán una situación política particular, puesto que de facto se comportaran como territorios gobernados de manera independiente, sin embargo, por derecho seguirán perteneciendo al rey de Francia. Wilfredo consiguió además convertir sus territorios en una propiedad patrimonial que se transmitiría de manera hereditaria, algo poco habitual, pero muy reclamado en las monarquías europeas de la época.

Durante cuatro siglos estos territorios tuvieron un desarrollo particular, puesto que se encontraban en una situación jurídica específica, esto les llevo a crear un código legal propio, los Usatges, una serie de documentos que recopilaba los usos y costumbres legales de los condados. Comenzaron a recopilarse en el siglo XI durante el gobierno de Ramón Berenguer I y se mantuvieron en constante evolución y modificación hasta que Jaime I estableció su prioridad frente a cualquier otra ley del reino en 1251. 

En el siglo XII los condados catalanes se unieron políticamente al reino de Aragón, pero mantuvieron sus propias costumbres, su derecho, sus instituciones y su lengua. Técnicamente hasta mediados del siglo XIII la lengua escrita era el latín, pero los filólogos afirman que las lenguas vernáculas debieron desarrollarse en toda la península durante los siglos anteriores hasta ser consideradas lo suficientemente importantes como para ponerse por escrito. La unión con Aragón se debió a un problema sucesorio en el reino vecino, el rey Alfonso I  murió en 1134 sin descendencia por lo que la corona recayó en su hermano Ramiro II “el Monje” que había tomado los hábitos. El monarca abandonó el convento temporalmente con la intención de asegurar la sucesión en el reino, por ello, firmó un acuerdo con Ramón Berenguer IV, conde de Barcelona, para que contrajera matrimonio con su hija, Petronila y gobernará el reino como regente hasta que el hijo de ambos fuera mayor de edad, puesto que las mujeres podían transmitir derechos, pero no ejercer el poder en el reino de Aragón. A la muerte de Ramón Berenguer IV su hijo, Alfonso II, que se convirtió por derecho en rey de Aragón y conde de Barcelona. Sin embargo, no debemos olvidar que los condados catalanes seguían perteneciendo legalmente al rey de Francia. 

En 1213 Jaime I se convirtió en rey de Aragón y conde de Barcelona siendo aún un niño. Durante sus más de 60 años de reinado conquisto las Islas Baleares, Valencia y Murcia, anexionando estos territorios a la Corona de Aragón como reinos propios, de esta forma la monarquía aragonesa se convirtió en una monarquía polisinodial, es decir, cada territorio era gobernado de manera independiente aunque su principal autoridad fuera la misma. En 1258 firmó el Tratado de Corbeil con el rey Luis IX de Francia por el cual renunciaba a sus derechos sobre los territorios occitanos a cambio de la renuncia del francés a su dominio sobre los condados catalanes. A partir de 1268 la administración económica de los condados catalanes recayó sobre una Diputación General, que terminó por denominarse Generalitat, cuya principal función era la recaudación y la administración de los impuestos. A principios del siglo XV la Generalitat incorporó los asuntos políticos a sus funciones, convirtiéndose en la institución principal para el gobierno de los territorios catalanes. Además cada uno de los reinos convocaba sus propias Cortes de manera independiente. Por este motivo, aunque los condados catalanes nunca tuvieron el título de reino de manera oficial, en la práctica funcionaban como uno y en las mismas condiciones que los demás territorios de la Corona aragonesa, conservando sulegislación, costumbres, instituciones y lengua. 

La unión de coronas propiciada por los Reyes Católicos no cambió esta situación, ambas coronas eran gobernadas de manera independiente aunque estuvieran bajo el dominio de la misma familia. Sirva como prueba el hecho de que aún hoy en día el derecho catalán y aragonés difiere del castellano en cuestiones de sucesión y herencia. La unión se mantuvo hasta la Guerra de Sucesión española (1700 – 1713), los condados catalanes apoyaron la candidatura del archiduque Carlos de Austria, que fue derrotado por Felipe de Anjou. La derrota del candidato austriaco y la política centralizadora de los monarcas borbones provocó un cambio en la dinámica política. Los Decretos de Nueva Planta promulgados en 1716 tenían la intención de sustituir las instituciones catalanas y aragonesas por instituciones de corte castellano, incluyendo la Generalitat, además se impuso el castellano como lengua administrativa en detrimento del catalán, el latín y el aragonés. Su situación como vencidos en la guerra de sucesión y las dificultades económicas que le siguieron, hicieron que la resistencia catalana fuera prácticamente nula. Sin embargo, su identidad nunca se perdió totalmente, es más, con el auge de los nacionalismos décimononicos en toda Europa adquirió gran fuerza y protagonismo.

Por último, me gustaría recordar que según la Real Academia Española el término nación hace referencia “al conjunto de personas de un mismo origen y que generalmente hablan un mismo idioma y tienen una tradición común”. Siguiendo al pie de la letra esta definición creo que no existen dudas sobre el hecho de que Cataluña es una nación en sí misma, aunque eso no necesariamente tenga por qué entrar en contradicción con la pertenencia a un Estado plurinacional, como es el caso inglés que agrupa bajo la denominación de Reino Unido las nacionalidades: inglesa, escocesa, galesa e irlandesa.

Respecto a mi anterior artículo http://historiasdelacueva.blogspot.com.es/2015/11/los-levantamientos-jacobitas-el-origen.html creo que existen ciertas similitudes entre ambos casos. Ambas naciones perdieron una guerra y la derrota supuso el fin de su forma de vida tal y como la conocían. Su identidad propia no puede ser puesta en duda, pero su historia ha sido utilizada y en ocasiones manipulada para fines políticos, ensalzando o suprimiendo aquellos episodios que no resultaban convenientes. 

Quizá debamos plantearnos qué conocimiento tenemos los estudiantes castellanos de la realidad histórica del reino de Aragón y de los condados catalanes y a qué se debe esta limitación y viceversa.

Si tienes dudas, preguntas, críticas o comentarios no dudes en hacermelos llegar.

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3 comentarios:

  1. Me ha gustado el comienzo del artículo pero da la impresión de que te han entrado prisas por acabarlo. se habla mucho de la guerra de sucesión, sin embargo, a menudo se deja en el tintero el NO menos importante conflicto de Els Segadors. Además, uno de los problemas de "narrar" la Historia es caer en generalizaciones porque no todos los condados catalanes apoyaron al levantamiento de Els segadors ni todos los condados o poblaciones importantes fueron austracistas, de hecho, a los catalanes borbónicos se les tiene en el puro olvido como si de un mal recuerdo se tratara.

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    1. Gracias por tu comentario. Lo cierto es que la historia de los condados catalanes es mucho más compleja de lo que muestra el artículo, incluso en el periodo medieval que es el que pretendía resumir y que se necesitaría mucho más tiempo para explicar la situación catalana a lo largo de la historia. Sin embargo, se trata de un artículo de divulgación y tiene sus limitaciones, tanto en extensión como en profundidad.

      Me hubiera gustado explicar en detalle los conflictos que se dieron en los condados durante la Edad Moderna antes del ascenso al torno de los Borbones, pero eso habría hecho que el artículo fuera mucho más largo y más complicado de entender. Cuando escribimos en este blog, parto de la base de que la persona que me lee puede no tener ningún conocimiento histórico sobre la época y que conviene simplificar un poco la historia para hacerla más comprensible. Tengo intención de escribir más artículos sobre Cataluña y Aragón en el futuro y probablemente dedique uno a explicar el conflicto de Els Segadors.

      En cualquier caso, reitero lo agradecimiento por tu comentario y aprovecho para decirte que tienes toda la razón, la parte moderna está menos desarrollada pero espero poder dedicarle otro artículo posteriormente, que permita comprender cómo se confecciona el nacionalismo catalán y que argumentos históricos aprovecha.



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  2. Se dice que Catalunya no es un reino si no que es un condado, yo me pregunto si lo fue un condado, pero que fue entonces con Reinado de Jaume I NO tubo en su mandato los reinos de Aragon,Catalunya,Valencia,
    las Islas de Malorca y Corcega.....Es asi...?

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