miércoles, 13 de enero de 2016

La navegación antigua: Historia a través de las primeras representaciones de Balsas

La adaptación al medio ha sido siempre uno de los más clásicos sistemas de supervivencia de las diversas especies que habitan la Tierra. Pero de todas las especies, existe una que superando el proceso de adaptación, procura domesticar su entorno. El hombre es esta especie, busca el dominio de los elementos que le rodean. Especialmente uno de esos elementos, represento un reto  realmente significativo, el agua, este elemento a diferencia de la tierra, el ser humano no era capaz de andar sobre ella. Podía atravesarla, a nado, pero esto siempre conllevaba un riesgo. Por lo tanto el hombre buscó maneras que le asegurasen poder cruzar el agua con cierto índice de éxito, ya fuera agarrándose a un tronco o elaborando algún tipo de superficie que le permitiera desplazarse sobre el agua, de esta manera nacían las primeras embarcaciones. Con el tiempo las embarcaciones y sus métodos constructivos fueron mejorando.

Balsa Primitiva.
Fuente: http://infoarica.loganmedia.com/juanvasquez/prehistoria.htm



Entre los artilugios primigenios  de navegación, las balsas debieron constituir una de las primeras soluciones ideadas para el transporte humano, tanto en aguas internas como en zonas costeras de relativa tranquilidad. Su mayor manga proporcionaba una estabilidad y conformidad superior a la de las canoas monóxilas, aunque debían sacrificar parte de la velocidad. Su importancia estriba en constituir el arquetipo primigenio de la navegación humana además de por ser el  arranque de líneas evolutivas de naval basada en la yuxtaposición de troncos

No sabemos con seguridad cuando el hombre decidió vaciar un tronco por primera vez, con el objetivo de obtener mayor estabilidad y comodidad en la navegación. No se han encontrado herramientas de entre todo el material lítico, para la tala y vaciado de grandes troncos. La aparición de útiles tallados, como tajadores, hachas y azuelas, herramientas ligadas a la explotación forestal, tiene lugar tras el cambio climático, y una de sus utilidades es el vaciado de grandes tronco con el objeto de crear barcas monóxilas, tal y como sugieren las  trazas observadas en el interior de muchos ejemplares observados. Considerando monóxilas aquellas barcas de casco único en los que el 90% de la parte sumergida lo constituye una sola pieza de madera o tronco.
Balsa Monoxila.
Fuente: http://www.precolombino.cl/exposiciones/exposiciones-temporales/los-changos-y-sus-ancestros/vivir/embarcaciones/
Los elementos monóxilos también constituyen la base de cascos más complejos  a partir de aditamento de distintos elementos estructurales, como tablas, batangas, etc. Así como cascos dobles a modo de Catamaranes. La navegación en canoas simples debe considerarse el arranque de una de las líneas evolutivas de la arquitectura naval compleja, sin que el arquetipo inicial pierda eficacia en aquellas funciones para las que fue creado, la navegación fluvial y lagunar, además de costera, y conformarse como elemento indispensable de la explotación de los ecosistemas acuáticos.

La documentación iconográfica representa un problema complejo. Por un lado su escasez y, por otro, la dificultad metodolígica que entraña distinguir entre grafitos poco elaborados frente a los de otra naturaleza.

El primer indicio de representación de embarcaciones nos lo encontramos en el interior de un cuenco atribuido a la fase antigua del Nagada I (o Amratiense), en la que podemos apreciar una balsa pintada. Resulta complicado realizar un diagnóstico sobre la naturaleza de la embarcación, ya que los elementos que aparecen sobre el casco no difieren de forma sustancial a los que se pueden observar en las barcas de papiro predinástico, especialmente las que vemos sobre las granes tinajas de Nagada II y III,  como son los tambuchos y los adornos de palma en la proa, de la cual cuelga un elemento de difícil interpretación. Si podemos observar que su medio de propulsión es una serie de remos  de pala similares  a los que muestra el lino de El-Gebelein, por lo que  resulta concordante con las barcas de papiro. Pero es la forma del casco la que difiere, resulta prácticamente plano y carece de la curvatura característica de las barcas de papiro, además falta también la terminación curvada de la popa tan característica de las barcas de papiro. Es lo que puede indicarnos que nos encontramos ante una balsa y no una barca de papiro
Lino de El-Gebelein.
Fuente: http://elrincondeegipto.blogspot.com.es/2012/01/egipto-antes-de-los-faraones_29.html
La representación de la tumba tebana número 143 de Amenophis II en Deir el-Bahari, nos muestra dos balsas idénticas, la naturaleza de dichas balsas es complicada de discernir pero son inconfundiblemente balsas. Ambas van aparejadas con mástiles y vergas con una vela triangular, cuyo vértice  se fija al pie del mástil, las balsas están gobernadas mediante un timón de Pala.

En 1956 fueron descubiertos  en la isla de Malta numerosos grafitos de temática naval sobre tres grandes losas del templo de Tarxien, en el denominado “tercer templo”. Un año después Diana Woolner publicaba un estudio global, en conjunto sufre una cantidad considerable de superposiciones que hacen muy difícil la individualización de algunas naves. Esta labor se ve algo facilitada por las diferentes técnicas utilizadas en su ejecución, así como la diversidad de herramientas.

En su momento Woolner llamó la atención sobre la ausencia de rodas y espolones clásicos en las representaciones de estos barcos, con la intención de contextualizarlos en alguna de las fases anteriores de la náutica antigua, que en el momento del estudio eran mejor conocidas. Sugirió además, que podíamos estar ante distintos tipos de barcos, realizados por gentes de diversas procedencias.

Todo parece indicar que estar representaciones fueron realizadas durante la prehistoria de Malta, en un momento de uso del santuario, tal vez durante el Neolítico Tardío III (3300/3000-2500 a.C.) a lo largo de la denominada cultura de los templos. Es de difícil atribución al Bronce Antiguo, pues los niveles conocidos como cementerio de Tarxien (2500-1500 BC) se superponen al horizonte templario en el que se realizaron los grafitos.

No es improbable su atribución al Neolítico, ya que Malta está incluida en el circuito de distribución de Obsidiana entre Sicilia, Lampedusa y Pallenteria, desde el Neolítico Antiguo. Un análisis de la iconografía no indicaría, como señalo Woolner, que estamos ante dos tipos de embarcaciones: Balsas y barcas con altas y curvadas popas que pueden corresponder a marinos de otros lados; quienes es posible que trasportaran, entre otras mercancías, la obsidiana de Melos.

Entre los grafitos más representativos de la categoría de Balsas, se observa que la gran mayoría tienen un tratamiento homogéneo, consiguiendo dar forma a los barquiformes con múltiples trazos finos de buril en sentido paralelo. Es posible que la elección de la técnica no fuera casual, pues permite enfatizar que las partes de las barcas estaban por elementos yuxtapuestos sujetos entre sí. La nota distintiva de todas estas aves a parte de la cuestión técnica es la presencia de unos cascos con calas totalmente planas. Este tipo de casco plano  con respecto a la línea de flotación es exclusivo de las balsas de tronco, o a lo sumo de bambú, pero no es el caso. La presencia de elementos verticales puede suscitar alguna incertidumbre, pero estos elementos no son contradictorios con la proposición de balsas, ya que estos artilugios suelen unir frecuentemente troncos en los costados, no solo para seguridad de la carga, sino también en proa y popa, Por ello hay que pensar que los trazos verticales probablemente representan los costados alzados de las balsas mediante  perimetrales. Bien porque se combinen dos perspectivas distintas en una misma representación o bien porque se trate del mismo sistema de cierre en proa y popa Otras balsas representadas en Tarien tienen proas, y en ocasiones también popas, terminadas en trazos inclinados unos 45º hacia el exterior. Esto se podría interpretar como elementos de prolongación de las popas, ligeramente alzadas sobre la línea de flotación para mejorar la hidrodinámica de la balsa y evitar los rociones de agua tan directos como los tripulantes. Otro elemento frecuente en la mayoría de las barcas representadas en Tarxien son los trazos verticales y paralelos sobre su casco, es posible que representen remos, ya que es una de las maneras en las que se simbolizan estos instrumentos, en particular esa posición es en la que se dejan cuando las barcas están inactivas, y de manera más especial cuando se quiere enfatizar una posición orante o de respeto.

En el archipiélago Balear se conocen dos grafitos, de los cuales uno se parece a una balsa de troncos y el segundo es probable que también lo sea aunque tiene presencia de elementos de incertidumbre. Los dos aparecen junto a otro que representa una barca de tablas, con quilla y cuadernas, así como guarnida de vela redonda.

El conjunto fue dado a conocer por C. Veny qué publica los dibujos y las fotos. No parece que formen parte de una escena náutica unitaria, sino que los barcos se situaron de forma yuxtapuesta. Las barcas que muestran un arcaísmo técnico más acusado son las que pueden identificarse como balsas. Situándolas en un contexto, se localizan en el interior de un hipogeo de la Edad del bronce Antiguo, cuyo registro arqueológico desapareció en fechas desconocidas, por lo que no es descartable que tuviese alguna perduración posterior durante el Bronce Final.

El primero de los barquiformes, tiene una longitud de 80 centímetros y representan un artilugio náutico cuyo casco está compuesto por tres trazos prácticamente horizontales, ligeramente convergentes hacia la popa, que no llegan a cerrarla, como tampoco la proa. Además dos líneas verticales rematadas en el extremo superior por otra horizontal,  pueden constituir con bastante seguridad los aparejos para guarnir una vela.

Este grabado parece apuntar a un tipo de embarcación más próxima a las balsas que a las barcas de quilla y tracas. Las embarcaciones con casco, roda y codaste bien diferenciados, no se representan jamás de esa forma en la iconografía náutica. Sin embarco encontramos buenos paralelos en artilugios náuticos del género balsas de troncos o bambúes. Los paralelos más próximos de iconografía náutica prehistórica los encontramos en algunos grabados de ll templo de Tarxien en Málaga, que hemos visto anteriormente, o como veremos posteriormente el barquiforme localizado en la carretera de Ronda a El Burgo, en Málaga. Los aparejos  identificados en este barquiforme no desentonan en absoluto con esta categoría de embarcaciones. El tipo de vela  es, probablemente,  uno de los arquetipos de vela más primitivos y simples que se conocen, cuya evolución dará lugar a la partición de la vela tarquina.
Grabados balsas Menorca y Malaga

El segundo de los grabados del hipogeo menorquí presenta algunos elementos de incertidumbre parar alacarar que tipo de embarcación se pudo querer representar. El casco aparece identificado mediante tres líneas paralelas, de trayectoria ligeramente curva, que se elevan suavemente en la popa mientras que la proa está cerrada por un trazo inclinado. La eslora  y la manga presentan una desproporción que parece querer resaltarse, lo que quedaría contrario a la representación de una nave de casco redondo y permite asemejarlo con una balsa. La popa aparece cerrada con un trazo inclinado hacia delante que podría identificarse con una roda, elemento relacionado con los barcos de quilla.
Este barquiforme esta provisto del mástil, así como de aparejos de propulsión que pueden ser compartidos por diversas categorías de barcas de casco redondo, como también por las balsas e incluso por embarcaciones de caco monóxilo.

Un aspecto muy relevante de este panel de grafitos es presentarnos una convivencia en sincronía entre artilugios náuticos de  concepción tan diversa como las balsas y las barcas de casco redondo, al mismo tiempo, dos sistemas distintos de aparejos de vela, uno de ellos compartido por una eventual balsa y una barca de casco redondo. Las balsas pudieron cubrir las necesidades del transporte marino en un régimen de navegación de cabotaje.


Existe una tercera barca, pero no desdice nada de los cascos de pequeños mercantes que navegaron el Mediterráneo durante la Edad del bronce, de esta manera habría que abandonar el tópico de  unos habitantes de las islas pasivos a la espera de que llegaran marinos continentales.

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