miércoles, 17 de agosto de 2016

El castillo viejo de Manzanares el Real

Situado en la localidad de Manzanares el Real, en la Provincia de Madrid, se encuentra el Castillo viejo de Manzanares el real; este, como el de construcción más moderna, y conocido como el Castillo Nuevo, así como la villa se asientan sobre la falda meridional de la conocida Pedriza. Cercano al Lecho del rio, que lo separa de la población, ocupando el extremo de una loma que borde su sección occidental.



Tanto el “Castillo Viejo” como el “Nuevo”  se encuentran al norte de  la carretera de acceso a Manzanares, uno en cada extremo del municipio. En particular, el castillo viejo se sitúa sobre una ligera prominencia  situada a la salida hacia Cerceda. Al momento de cruzar el rio Manzanares por el puente  aparece un camino, una cañada, que pasas junto al lateral norte del castillo, también conocido como plaza de Armas.

El castillo responde a uno de los modelos más generalizados del momento de su construcción: un recinto de planta cuadrada con torees en los ángulos, tres cubos cilíndricos y un torreón de mayores dimensiones, la torre del homenaje. Los cuatro lienzos del castillo limitan un espacio de 45x 37 m. Las tres torres angulares miden cinco metros de diámetro y están huecas. Por su parte, la del homenaje, que se destaca en la esquina sureste, es de planta cuadrada. El grosor de sus muros  es de casi cuatro metros, lo que convertiría sus habitaciones en un espacio incómodo y reducido.  Dispone de una saetera abocinada de grandes dimensiones, que iluminaba las paredes del castillo. EL material constructivo de  es mampostería encintada. Las torres, que en la actualidad no se elevan más de tres metros sobre su base, se especula que serían de una altura ligeramente inferior a las del castillo nievo, y  no se sabe si tenían crujías adosadas al interior. La puerta  se encontraba en el centro del lateral oriental, vigilada desde la torre del homenaje.  No quedan restos de barbacana, y debido a su localización sobre un bloque de granito no parece que tuviera foso.

El solar del castillo viejo pertenece a una familia de Manzanares, además en algún momento posterior se le adoso a su fachada meridional el antiguo cementerio de la localidad. El castillo se encuentra bajo la protección genérica del decreto de 1949, por el cual entre otros, todos los castillos obtenían el título de Bien de Interés Cultural (BIC).

“[….] Artículo Primero- Todos los castillos de España, cualquiera que sea su estado de ruina quedan bajo la protección del Estado, que impedirá toda intervención su carácter o pueda provocar su derrumbamiento.
Artículo segundo- Los ayuntamientos en cuto término municipal se conserven estos edificios son responsables de todo daño que pudiera sobrevenirles […]
Decreto de 22 de abril de 1949, expedido por el Ministerio de Educación Nacional (B.O.E. 5-5-1949) sobre protección de los 
castillos españoles.

La explotación de los ricos bosques y pastos del curso alto del Manzanares fue objeto de serias y prolongadas disputas por parte de los concejos de Madrid y Segovia tras la conquista castellana de la región. En 1152, Según Bordejé, Madrid logró ser confirmada como como beneficiaria de la comarca por el rey, pero en 1287 Segovia obtendría el traspaso. Momento en el que algunos autores atribuyen la fundación del asentamiento, especulando con la posibilidad de haber construido una torre, cuya función seria la defensa de la población, una existencia dudosa pues ni se han encontrado restos ni documentos que la confirmen. En el siglo XIV, se produce un aumento  del poder señorial, y empiezan a destacar determinados linajes castellanos, cuyo compromiso con la corona es recompensado con la concesión personal y hereditaria.  De forma, que en el 1312, se encuentra en manos de la familia De la Cerda y treinta años después es cedido a doña Leonor de Guzmán, amante de Alfonso XI. Es posible que este monarca fuera el responsable de que se construyera en las inmediaciones de la población un refugio para sus cacerías, tal y como mostraría algunos documentos de la época que no se han terminado de asocial con la construcción.

Pedro González de Mendoza  recibido de la familia real, por su fidelidad y sus buenos servicios a Enrique II, en primer lugar, y Juan II, después, varios señoríos al sur de la Sierra de Ayllón y de Somosierra. A sus herederos les estregó Juan II el Real de Manzanares, para que fundaran señorío. El primer señor del nuevo feudo fue Diego Hurtado de Mendoza, primogénito de Pedro, y a él se le atribuye la construcción del primer castillo de Manzanares.

El castillo responde a los modelos  de fortificación señorial en boga en el tiempo de don Diego, además era práctica habitual la erección de este tipo de obras junto a la cabeza urbana del señorío al poco de constituirse este.

La estrechez de la torre del Homenaje, usada como residencia del señor en sus estancias en el feudo, se vería compensada  con la construcción  de algunas cámaras en torno al patio de armas.

Aun con todo, la incomodidad de este castillo, animaría  a la propia familia Mendoza, años después, a poner los cimientos de un nuevo alojamiento. Su influencia  en la política real, su prestigio entre la nobleza y su creciente riqueza, debió convertir su entorno social en una pequeña corte de familiares, vasallos y sirvientes.  Para la construcción del nuevo castillo, se usarían los materiales aprovechables del viejo, por lo que se vería desmantelado. Una vez se le despojó de todo el material utilizable para la construcción, el castillo se desmocharía para evitar que se usara como fortín.

Tras su abandono, el castillo sería usado como campo de cultivo de la localidad, y posteriormente como finca de ganado. Aunque sin confirmar, es posible que durante la Guerra Civil, el castillo fuera usado como puesto de vigilancia.



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