miércoles, 22 de julio de 2015

Filipo II y el amanecer macedonio

Saludos mis queridos lectores, que difícil es esto de volver a ponerse a los mandos de un teclado y empezar a teclear palabras sin ton ni son, como si no hubiese un mañana.
No amigos, no cerré, no lo deje, no estoy resucitando, simplemente me tomé un descanso, pues mucho ha acontecido, hasta el punto de dejarme seca la cabeza. Pero la historia siempre vuelve para darles aire a sus hijos perdidos, nunca deja sin aliento y sin ideas a aquellos que quieran tratarla con más o menos mimo.
Y en esta semana no pude apenas contenerme de la emoción, y es que en mi limbo vacacional que se estaba alargando más de lo responsablemente convenido. La historia decide mandarme una señal de esas que no se puede evitar.

Filipo II
Extraido de: http://www.histocast.com/podcasts/blitzocast-001-filipo-de-macedonia/


Aquellos que me conozcan sabrán de sobra la admiración que siento por determinado individuo histórico, que si no es por la larga daga de la muerte, hoy le llamaríamos el magno. Si amigos, me refiero al padre del que si recibió tal título, Alejandro Magno, me refiero a Filipo II, el rey tuerto de Macedonia.

Como espero mostrar sin Filipo II y su reorganización militar y política de Macedonia no sería posible entender la capacidad bélica y territorial que alcanzó el ejército Macedonio. Un ejército, que marcó un antes y después en la concepción de las fuerzas armadas.

De forma que Filipo II era un visionario militar, educado en la política griega, vio como a pesar de una fuerte influencia helena, las características del estado macedonio, impedían que este fuera aceptado por las demás Poleis Griegas. De ahí la importancia y la perseverancia política de Filipo en que permitieran participar a Macedonia en los juegos olímpicos, por ejemplo.

En torno a esto hay una anécdota que me parece especialmente interesante, y es que cuentan que durante una batalla, a Filipo le contaron tres grandes noticias. La primera era que la batalla estaba siendo ganada, la segunda que su mujer Olimpia había dado a luz a un hijo varón, el futuro Alejandro, y por último que sus caballos habían ganado los juegos olímpicos del 356 a.C.
Para un individuo de cultura Helena en aquel momento, la recepción de cualquiera de las tres noticias significara excusa suficiente para celebrarlo, para un monarca sería una clara señal de que los dioses le amparan, pero recibir las tres noticias a la vez, solo puedo imaginar la celebración, y no por ser especialmente pequeña y humilde.

Pero volviendo al significado de Filipo II, como digo no podemos entender al imperio de Alejandro, sin entender los cambios hechos por su padre. Siendo el más claro el cambio en la panoplia militar macedonia, donde destaca la implantación de la Sarissa, la pica larga cuya longitud oscilaba desde los 3 metros hasta los 6 metros. Pero suele quedarse el estudio en esto. Más significativo en mi opinión fue el cambio en la estructura militar, y el entrenamiento militar.
Falange Macedonia
Extraido de: http://www.siliconinvestor.com/subject.aspx?subjectid=58493

En primer lugar, la formación militar implicó los cambios necesarios como para profesionalizar el ejército, de forma que siempre existiera una fuerza armada capaz. En segundo lugar el establecimiento de un sistema de levas periódicas que permitiera al estado macedonio convocar en pocos días un ejército de varias decenas de miles de soldados. Y para darle la guinda al pastel militar macedonio, Filipo exigió que en la formación y entrenamiento de sus soldados, estos fueran entrenados en las condiciones más duras exigibles de forma que independientemente de las condiciones climáticas, estos pudieran responder al máximo de sus capacidades. Lo que podría explicar la excepcional adaptabilidad militar de las fuerzas de Alejandro en un futuro próximo.
Pero, quiso el destino que la experiencia acumulada y aplicada por Filipo para mejorar su ejército y hacer frente al eterno enemigo, el imperio Persa, fuera usada por su hijo. Y aunque parece que se nos olvida, o más bien se nos omite, no tengo muy claro el porqué, es que los planes de invasión del imperio persa no son cosa de Alejandro.

Los primeros pasos fueron planeados por Filipo, y de esto nos da prueba la creciente actividad militar en torno a las fronteras más próximas con el imperio persa con la idea de establecer una cabeza de playa en Asia Menor. Para ello buscó la ayuda de las distintas ligas y poleis griegas.
Pero los planes de invasión fueron truncados por la alianza militar encabezada por el ateniense Demóstenes, enemigo político de Filipo, que retraso los planes de invasión hasta que fueron derrotados en Queronea (338 a.C.)

Con Atenas, Tebas y sus aliados derrotados, Filipo pudo al fin centrarse en la invasión, pero la muerte le alcanzaría un año más tarde, durante los esponsales de su hija, de manos de uno de sus guardaespaldas, Pausanias. Los motivos de este asesinato no quedan claros, y las sospechas de quien orquesto el regicidio recayeron en cualquiera que pudiera tener un motivo, la madre de Alejandro, Olimpia, recién divorciada, el propio Alejandro ya que la llegada de un hijo varón de la nueva esposa de Filipo pondría en jaque sus aspiraciones.


Como veis, en este brevísimo resumen de Filipo explico el porque me emociona tanto este personaje, es un individuo fascinante, solo ensombrecido por la estelar carrera que acometería su hijo y que llevaría a Alejandro a panteón de las grandes leyendas de la humanidad

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