La presencia fenicia en el Mediterráneo central no fue algo casual, ni caprichoso, formaba parte del tejido comercial, en rápido crecimiento, de los fenicios, con una fuerte vinculación al norte de África. Por lo tanto, es imprescindible para poder explicar darle una visión de conjunto a la expansión fenicia, hablar de su presencia en el norte de África. Pero además, este territorio, alcanzará una importancia no prevista, pues ahí será donde se localizara Cartago, la ciudad que competirá con Roma por el control del Mediterráneo y del mundo occidental siglos más tarde.
Cartago. Extraido de: http://revistadehistoria.es/el-legado-historico-y-cultural-de-cartago/ |
El norte de África se trata de un
ámbito geográfico que no presenta un aspecto unitario, debido a su extensión.
Además de Cartago, las distintas fuentes clásicas mencionan varias ciudades
fundadas por los fenicios, ciudades como Útica, Hipona, Hadrumeto o Leptis.
Siendo Útica, la considerada más antigua por parte de los autores clásicos.
La mayor parte de los datos que
nos hablan del establecimiento de estos datos son bastante tardíos, y proceden
de épocas en las que ya no existían como ciudades. A esto habría que añadir que
los conocimientos arqueológicos sobre las mismas, no son todo lo precisos que
quisiéramos, lo que nos impide conocer si surgieron ya como ciudades o, por el
contrario, si establecimientos de diverso tipo pudieron haber dado lugar a
formaciones urbanas. A esto habría que añadir, que la práctica ausencia de
datos que nos situarían en el siglo VIII a.C. o antes, hace imposible la previa
existencia de estos enclaves. Aun así, la posición geografía, hace que acepte
la visión de que los fenicios debieron establecerse en esos enclaves con
anterioridad.
El caso de Cartago presenta
problemas derivados del papel que representaría en un no tan alejado futuro,
como rival y luego enemigo para griegos y romanos, lo que a su vez ha
representado un intenso interés por parte de los autores antiguos por definir
sus orígenes. Aunque de diversas formas, las variadas noticias de la fundación
Cartago, nos narran una historia
parecida. En ellas, la fundación de Cartago se habría producido como
consecuencia de la huida de Tiro de Elisa, tras el asesinato de su esposo y tío
materno por parte del hermano de esta, el rey Pigmalión. Elisa espera la
ocasión propicia para abandonar Tiro con las riquezas de su esposo y con un
séquito de fieles seguidores. Tras pasar por Chipre, donde se les une un
sacerdote Astarté, y donde Elisa ordena el rapto de ochenta jóvenes vírgenes
consagradas a esa diosa, llega a Libia, a la Bahía de Túnez. Allí, mediante un
acuerdo con los nativos m se hace con un territorio en el que edifica un primer
establecimiento llamado Birsa, que al poco se convertirá en ciudad. Cuando el rey
libio Hiarbas pide la mano de la reina, ella se da muerte.
Pero lo importante del
relato es que muestra a Cartago, Qrt-hdsht, la Ciudad Nueva, que surge
como a partir de la sección de la propia
metrópolis, encabezada por un miembro de la familia Real, así como por
miembros de los círculos dirigentes. También queda clara la relación con
Chipre. Además, marca de forma clara la primicia en el área de Útica, lo que
sugieres, que es posible que no surgiera como una ciudad, sino como un pequeño
establecimiento de carácter comercial, encargado además de apoyar las
navegaciones de otras naves fenicias en sus rutas hacia Sicilia y el Tirreno, así como hacia Occidente.
Significativo, es que estos “expedicionarios” del relato, accedan sin ningún
tipo de tanteo previo al lugar del asentamiento. Lo que sugiere que los primeros fenicios que habían explorado la región habrían
aportado informaciones detalladas sobre el mejor sitio posible para establecer
una colonia. Sobre las relaciones con Tirno, nada parece indicar una relación
tensa entre colonia y metrópoli, la pista nos la da Diodoro Sículo, (XX, 14,
I-2), según el cual los cartagineses
enviaban a Tiro el diezmo de sus ganancias anuales como ofrenda a
Merlqart, lo que sugiere el vínculo religioso.
El propio relato de la fundación
de Cartago recoge también un proceso de organización de espacio extendido a lo
largo del Tiempo, primero alude a la fundación de Birsa y solo más adelante
considera fundada la ciudad; este último fenómeno tendría lugar, únicamente
cumplidos los requisitos rituales y dispuesto el territorio necesario para
poder aportar el sustento a la nueva fundación.
Ya desde el primer momento de
vida de Cartago se revela como una ciudad importante. , aunque su proyecto
imperialista no se muestre hasta bastante tiempo después.
De esta manera, la tradición
literaria nos traslada la fundación de Cartago hasta algún momento del siglo IX
a.C. Siendo el 814 la fecha que se tiene de forma tradicional como la de su fundación.
Las excavaciones arqueológicas
parecen haber llegado a niveles de esa antigüedad; recientes estudios del Tophet, sitúan su inicio a principios
del siglo VIII, a partir de argumentos razonables, parece indicar que la
aparición de esta área sacra corresponda a los propios inicios de la ciudad. De
todas formas, lo que las excavaciones vienen demostrando es que durante los siglos VIII y VII Cartago
ocupaba entre 40 y 55 hectáreas, y a lo largo
de ese periodo fueron apareciendo las necrópolis, el tophet, las murallas, instalaciones
artesanales etc.
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