miércoles, 11 de mayo de 2016

Conjunto artístico de Tito Bustillo

Situada en la cueva de Tito soler se encuentran dentro de la misma una seri de pinturas prehistóricas datas cronológicamente entre el 22.000 y el 10.000 aC. Situada en Ribadesella, fue descubierta en 1968 por el grupo de Espeleología Torreblanca, de CNRS, mediante un descenso de un centenar de metros, a través de una cavidad conocida por el nombre de “pozo de la Cereza” situada a escasos metros  del “pozo del Ramu”, nombre con el que también se ha divulgado el yacimiento, dando lugar a una polémica que no pasa de lo anecdótico, entre sus miembros se encontraba Celestino Bustillo, conocido por sus compañeros como “tito bustillo”. Pocos días después Celestino Bustillo fallece en un accidente de montaña lo que provoca que honoríficamente pongan su sobrenombre de “tito Bustillo” a modo honorifico a las cuevas. La localización de  de una nueva estación, en el que tanto las pinturas  rupestres como el yacimiento arqueológico se encontraban intactos planteó la posibilidad de toda una serie de experiencias en relación a la conservación y a la datación de las pinturas.





La cueva tiene un desarrollo longitudinal de unos 700 metros que discurren a lo largo de una amplia galería, en la mayor parte de su recorrido con bóvedas altas. De esta galería larga parten a ambos lados pequeñas galerías y camarines donde se ha conservado el arte dejado por sus moradores paleolíticos en mejores condiciones que el de la galería principal.

 La entrada utilizada en época paleolítica, quedo sellada tras un derrumbe en un momento indeterminado, actualmente se sabe que debió derrumbarse en torno al año 10000, debido al hallazgo de un individuo bajo las rocas, debe anotarse que esto fue un golpe de suerte, ya que de esta manera el yacimiento ha permanecido casi intacto; y está localizada en el sector occidental del macizo. En 1969 se horado un  paso en la piedra del derrumbe con el objetivo de encontrar  el entrado original que permite la comunicación con el exterior. , dicha entrada estaría orientada al sudoeste. A través del paso se hicieron la primera apertura al público y se realizaron las primeras visitas guiadas. En el otro extremo de la entrada original, se abrió un túnel de 165 metros que se emplea para el acceso de los visitantes en la actualidad.  En esta vertiente se halla también la entrada de La Cuevona, cavidad a través de la cual se pudo tener acceso a Tito Bustillo en época paleolítica.

Historia de la investigación de Tito Bustillo.
Martin Berenguer (1969) fue el primer investigador que trabajo en la cueva de Tito Bustillo. A él se deben las primeras fotografías y reproducciones de sus pinturas y grabados.  Posteriormente Miguel Ángel García Guinea realizo  un sondeo de dos metros cuadrados en la zona de la antigua entrada de la cueva y excavo bajo el panel principal. Los materiales  aparecidos bajo el Panel Principal  se dejaron in situ. EEL sondeo que llevo a cabo  concluye con la propuesta de la existencia de cuatro niveles estratigráficos, de los cuales, los tres primeros corresponderían al magdalenienses y el cuarto a un probable solutrense. En 1984 Alfonso Mour y Manuel González Morales en 1988, recogieron y analizaron los materiales arqueológicos dejados al descubierto bajo el panel principal. En su estudio concluyen que la industria lítica se limita a escasos útiles con un claro predominio del buril, algunos de los cuales mantenían restos de colorante.  En relación a la industria lítica, se recogieron un punzón sobre hueso y una varilla semicilindrica decorada, además también e recogieron tres conchas de Trivia perforadas. SE en encontró hogar plano de sesenta centímetros de diámetro bajo la parte central del techo de la sala, abundantes restos de cabara y de Cervus elaphus, además de restos de colorante y manchas de goteo de pintura.

Desde 1972, Alfonso Moure (1975) comenzó a excavar en el área de habitación junto a la entrada primitiva. Realizo un corte de doce metros cuadrados en los que aprovecha parte  de Guinea. Reconoció inicialmente dos niveles estratigráficos, el primero correspondiente al magdaleniense superior, el cual dividió en tres subniveles (1 a, 1 b, 1 c) y que resultan equivalentes a los  tres primeros niveles distinguidos por García Guinea, en cuanto al segundo nivel seria el correspondiente a un Magdaleniense Atípico, y correspondería con el cuarto nivel de García Guine.
En el estudio de los distintos niveles, en el nivel 1 aparecieron numerosos hogares y abundante material lítico: buriles, raspadores, hojas y hojitas, perforadores y machacadores. Así también se encontró una industria ósea compuesta de azagayas, generalmente decoradas con trazos oblicuos y acanaladuras, varillas, agujas, espátulas y once ejemplares de arpón, todos ellos con una sola hilera de dientes. Además aparecieron diversos objetos de arte muebles: como un bastón perforado decorado, un contorno recortado en forma de cabra, dos varillas decoradas con esquematizaciones antropomorfas y una colección de plaquitas de arenisca decoradas. También se encontraron adornos realizados en conchas. Otros objetos encontrados fueron dos piezas dentarias humanas del nivel 1c .
EL nivel 2, según Moure, está formado por arenas de inundación aunque con abundante industria lítica y ósea; además de fauna.
Desde 1998 el equipo dirigido por Rodrigo Balbín reanudo los trabajos de excavación, dentro del conjunto V en la zona de los contornos recortados, en el interior de la galería de los antropomorfos y en el conjunto XI de la antigua entrada .
Desde los primeros trabajos de Balbín y Moure, la cavidad fue dividida en 11 conjuntos, para el estudio y por disposición topográfica, a lo largo de una galería larga de la que salen ramificación laterales con frecuencia pintadas y grabadas. En la actualidad la visión del yacimiento ha variado sustancialmente, se sigue manteniendo los conjuntos decorados con la numeración puesta por Balbín y Moure, pero por lo general los investigadores entienden que la cueva fue totalmente decorada de forma casi ininterrumpida, conservándose solo una pequeña parte de la decoración primigenia.
Sobre el arte de la cueva, las primeras publicaciones pertenece a Martin Berenguer y a Manuel Malló Biesca.
La documentación sistemática  sobre el arte de Tito bustillo comenzó en 1974 bajo la dirección de Balbín y Moure.
A partir de 1980 el equipo de Balbín revisa la totalidad de los conjuntos de la cueva., tanto los conocidos como los recién descubiertos, localizando así la galería de los bisontes, la galería de los antropomorfos y un número abundante de nuevas representaciones en los conjuntos ya conocidos.

A partir de 1998 las excavaciones se centraron en tres áreas de la cueva. La primera en la galería principal, donde se encontraron cuatro contornos recortados en forma de cabeza de cierva en un deposito intencional La segunda de las excavaciones se realizó en la galería de los antropomorfos, donde se realizaron dos sondeos durante las campañas de 2001-2002, en el pozo y en la sala en las que se encuentran las figuras, ahí se encontró una acumulación de huesos y caliza quemada acompañados de carbones y restos de ocre. Por último, la tercera excavación, en el conjunto XI;  a cincuenta metros al norte de las excavaciones realizadas por Moure, se halló un deposito secundario con abundantes restos de arte mueble.

Los conjuntos artísticos de Tito Bustillo.
El conjunto I se sitúa cerca de la entrada artificial, es el primero que se observa nada más entrar  a la cueva. En el podemos distinguir distintos paneles.
  • A la izquierda observamos un panel con figuras grabadas de diversos animales identificados como cérvidos, cáprido y es posible que un bóvido, que no me termina de quedar claro. El grabado esta realizado en  trazo fino.
  • A la derecha del conjunto I observamos  nuevamente grabadas unas figuras zoomorfas correspondientes a un ciervo, una cabeza de cabra  y un posible bóvido.
  • Frente al conjunto I encontramos un sumidero donde se ha inscrito en sus volúmenes naturales de piedra y dibujada mediante algunos trazos  y puntos rojos una figura de bisonte. Es un claro ejemplo del uso de un soporte con una forma determinada que recuerda a algo, para que con unos pocos añadidos se complete el parecido, no se descarte de todas formas alguna posible modificación de estos elementos.
El conjunto II, situado próximo al conjunto I se halla en una zona cuyo suelo está formado por una placa de piedra en rampa.
·         Al principio de la misma, a la derecha, se encuentra un gran bloque de piedra de piedra lisa en el que hay dibujada dos líneas paralelas en color rojo, posiblemente de algún tipo de óxido, así como diversos puntos que componen algún tipo de esquema de significado desconocido.
·         Detrás del bloque aparecen unos trazos rojos muy perdidos que dibujan la figura de un pequeño bisonte,
·         A continuación sobre unas formas naturales, el mismo pigmento rojo fue usado para describir una serie de formas vulvares, que se verán con más claridad en el siguiente conjunto
El conjunto III, conocido como el Camarín de las vulvas, está situado en una corta galería que se eleva desde la principal. En él se albergan una serie de signos claramente femeninos
  • A la derecha se hallan grupos de puntos y varias formas vulvares pintadas en color rojo. Una de las vulvas  esta encajada dentro de un perfil que según Saura y Muñiz es claramente humano, bueno yo no voy a juzgar esto, a mí personalmente no me parece que eso sea humano, pero si ellos lo dicen  será cierto. Lo que está claro es la alta presencia de figuras vulvares.
  • Al fondo se conservan restos de manchas rojas desdibujadas. En la pared situada al frente Balbín describe dos figuras femeninas representadas aprovechando el relieve de la piedra.
EN el Conjunto IV hay una predominación de los signos
En el conjunto V fue determinado en principio quedo caracterizado en un principio por la aparición de una representación de una mano en negativo.

En este sector se encuentran dos galerías laterales decoradas. La primera es un angosto túnel que se ha denominado Galería de los Bisontes, ahí encontramos la figura de un caballo y un poco más adelante nos encontramos con trazos grabados y figuras de bisontes. Al final de la galería existe una comunicación con otra a través un extremadamente angosto paso, que resulta prácticamente inaccesible para un adulto.

Conjunto VII
A esta zona se puede acceder unos metros más adelante y también a la derecha de la Galería larga, esa zona es la conocida como galería de los antropomorfos y se accede a ella ascendiendo por una chimenea tras la cual hay que descender un desnivel de unos tres metros hasta una pequeña sala de suelo plano. En este lugar fue donde Balbín efectuó su prospección con la que dio con un lecho de huesos machados, mezclados con caliza y colorantes ocres, y que mediante la datación  por carbono 14 se calcula una fecha de 32.900 Cal BC. En el extremo opuesto aparece un amontonamiento de piedras de muy probable origen artificial. Una vez sobrepasado esto la galería se ensancha  comando una estancia de unos cinco por cinco metros. EN ellos una serie de estalactitas forman un dosel.
  • Una de las estalactitas, situada a unos dos metros del suelo, semitranslucida y plana, y en ella aparecen  dibujados dos antropomorfos, uno en cada cara. Estos antropomorfos, por sus indicios, bien podrían ser uno masculino y el otro femenino.

Conjunto VII
Volviendo a la Galería Larga y avanzando por ella, encontramos a la izquierda una galería de reducidas dimensiones  en una zona elevada.
  • En su pared a la izquierda  aparece una figura de un cetáceo, muy posiblemente una ballena,  acompañada de una cabra, en el extremo inferior de su aleta caudal, ambos grabados destacan sobre el fondo ocre de la pared.
  • Sobre ellos, en una arista roma de la parte superior aparecen una serie de cortos trazos paralelos en color violeta.

Conjunto VIII
Una vez se sale del conjunto VII nos encontraríamos en lo que Moure y Balbín consideraron en sus primeros estudios, la parte de la cueva prácticamente inaccesible para los ocupantes del sector oriental. En este sector encontramos a la derecha una abertura alargada que conduce a un pequeño ámbito  conocido como la galería de los caballos. Inicialmente estudiado como conjunto VIII. La galería en realidad es un camarín alargado, elevado sobre la Galería principal.
  • En su lado derecho, unas grandes lajas de piedra que surgen del suelo presentan un conjunto de grabados.
    • En una primera laja plana, la cual es posible que fuera trabajada. Debido a que recuerda vagamente a un perfil animal.
    • Sobre esta piedra plana, encontramos figuras de caballos, bóvidos y, al menos un soso del periodo magdaleniense.
  • En el suelo hay unas piedras que parecen estar clavadas acotando un pequeño espacio. Con tierra arcillosa de color rojo, junto con otra que asoma de color ocre amarillo, junto a esto hay una tierra oscura, casi negra que bien podría ser carbón vegetal.
Conjunto IX
La galería  desemboca en un espacio amplio, donde se bifurca en dos galerías. Avanzando por la galería principal se encontraría el conjunto IX, del que destaca la pintura de un caballo  de color violeta, pintado sobre una pared plana e inclinada que arranca del suelo arenoso.  Este caballo esta orientado hacia la entrada primitiva  de la cueva.

Conjunto X
A partir del conjunto IX la galería se divide en dos. Para poder seguir el itinerario número de los paneles numerados por  Balbín y Moure,  se gira hacia la derecha, en dirección del Panel principal o conjunto X. En su suelo se localizaron restos de utillaje que ocupaban un estrato de tres o cuatro centímetros. La sala conforma el conjunto X.
  • Empezando por la pared Noreste de la sala, situada a la izquierda de la sala, se encuentra un friso pintado cuyas representaciones, aunque policromas y de tamaños considerables no presenta un adecuado estado de conservación.  A lo largo de unos cuatro metros  de pared aparecen figuras de bisonte y de bóvido, junto con otras indeterminadas, de las que se puede intentar ver una figura de un caballo, un posible oso y un cérvido, además de otros trazos y manchas de color muy desvaídas.
  • En la pared Sureste, aparecen unos veinte metros de decoración ininterrumpida. En el observamos grandes figuras de renos y caballos que comparten una pared inclinada  que se curva para convertirse en la bóveda de la sala, con pinturas, dibujos y grabados de diferentes épocas que abarcan desde el auriñaciense hasta el Magdaleniense, que quedan bien representadas en los estilos I y II hasta llegar al estilo IV de Lero-Gourham.
    • A la izquierda de la pared se encuentra un panel con pinturas pertenecientes a un periodo muy antiguo. La mayoría son rojas, y se puede distinguir algunos signos vulvares,  y lo que es un posible perfil humano asociado a uno de estos signos. Un signo trazado con carbón y formado por una serie de líneas paralelas completa la parte dibujada y  pintada de esta zona de la pared.  Además hay grabados, superpuestos  a estas pinturas, que representan cabezas de cierva estriadas comunes en el paleolítico cantábrico.
    • A la derecha de esta zona del panel y a unos tres metros de altura aparece una de las figuras significativas  de la cueva. Se trata de la cabeza y el cuello de un caballo orientado ala izquierda. Aunque recientes investigaciones parecen confirmar que el carbón es la parte visible de la figura, dichas investigaciones parece que han encontrado gran parte del resto del caballo, que esta trabajado con grabado inciso poco perceptible, no descartaría yo un posible redibujado o perfilado de las líneas de grabado, esto es una suposición mía.
    • Hacia la derecha del panel se extiende la parte más conocida y más fascinante desde el punto de vista artístico. Está formada por un gran lienzo pintado en su base y en toda su extensión con colorante rojo, probablemente restos de pinturas más antiguas. En esta parte del panel, se  encuentran un grupo de caballos grabado, dibujados con carbón y pintados con color violeta y negro, compartiendo espacio con grandes figuras de renos. En todos ellos se ha aplicado una técnica similar. También hay otras figuras  y signos que solo aparecen grabados.  En la base de estas figuras podemos distinguir al menos una gran figura alargada que aparece bajo el primer caballo de la izquierda, orientado en esa dirección.
      • El primer caballo de la izquierda está orientado a la derecha, mide 1,9 metros. La técnica de ejecución incluye un ancho esgrafiado grabado que contonea  toda la figura y se hace más fino y preciso para definir los ojos, morro y contorno de la cabeza, mientras en la cola  suele ser más fuerte y profundo. La figura es completada con trazos a carbón y pintura en masa, esparcida por frotación. Emplea el negro  para crear, mezclando con el rojo, unos matices de tonos pardos y marrones que modelan la figura y le confieren volumen. Además reserva zonas sin pintar para crear las distintas tonalidades del pelaje.
      • Sobre este caballo encontramos un grabado que muestra otro caballo orientado hacia el lado opuesto.
      • A la derecha en una zona más elevada a la del primer caballo se encuentra una figura particularmente peculiar, debido a que está pintada en color violeta. Tiene detalles característicos, como las cebraduras de sus patas.
      • Bajo este aparece otro caballo  realizado en color negro, que al mezclarse con el rejo de la base crea matices de color pardo rojizo.
      • A la izquierda del caballo violeta otra figura de caballo parece colocarse delante del anterior, pintado con carbón y color violeta, se trata del de mayor tamaño del conjunto.
    • En la zona de la izquierda, y situados en una amplia oquedad natural  aparecen dos figuras de renos enfrentadas. La figura de la izquierda es una hembra, en la que podemos apreciar los cuernos, que la especie si tiene. Frente a ella aparece un macho. Ambos son de gran tamaño y han sido ejecutados con una técnica similar a la de los caballos.
    • En la parte inferior del panel aparece enfrentado al caballo negro, un reno  de soberbia factura,  A continuación de este reno encontramos los cuartos traseros y gran parte del dorso de otro reno con el cuerpo pintado en negro, orientado hacia la izquierda.
    • En el centro de una inflexión de la pared, aparece una figura dibujada a carbón que parece descender desde el techo. E un reno hembra con la cabeza orientada hacia el suelo, esta figura se encuentra incompleta, solo tiene cabeza y parte de la línea dorsal y la zona inferior del cuello.
    • A la izquierda del panel principal encontramos un caballo pintado en color violeta y carbón. La inclinación y las protuberancias de la pared  hace que se vea de forma distinta en función que cambiamos el punto de vista.
    • A continuación, una gran figura realizada en masas negra de carbón, se ha querido interpretar como un bóvido, y cierra esta parte del panel.
    • En la zona angulosa de la aprende, aparecen algunas figuras muy perdidas cubiertas de colorante y calcificaciones, de lo reconocible: dos pequeños renos enfrentados dibujados a carbón.
    • A la derecha del bisonte aparece lo que podría ser una escena, en la que un soso parece perseguir dos animales. EL osos esta realizado a un tamaño desproporcionado respecto a los dos animales.
Conjunto XI
Volviendo a la bifurcación y tomando el camino el otro camino se llegaría a la antigua entrada de la cueva, actualmente sellada por el derrumbe. En esta zona se encontraron los restos de un individuo sepultado, posiblemente no le daría tiempo a escapar, gracias a este hallazgo se pudo concretar que la cueva  fue abandonada, de forma forzosa, en el 9500 Cal BC.  Aunque en esta zona se encuentran diversos elementos de decoración, el derrumbe ha impedido realizar un estudio  adecuado de la zona.
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