Se
conoce como quilombos a los territorios en los que los esclavos negros huidos
(cimarrones) formaban comunidades organizadas políticamente, durante el período
de la colonización portuguesa de Brasil. El hecho de estar agrupados y
organizados bajo el mandato de un líder les permitía coordinar su defensa para
evitar la captura y el retorno a la esclavitud, razones por las que el más
famoso de ellos, el Quilombo de los Palmares, llegó a existir durante más de un
siglo, entre 1580 y 1710.
Los
primeros relatos hablan de una reunión de pequeños asentamientos agrícolas en
el oeste de la región de Pernambuco, que por su difícil acceso resultaba ideal
para esconderse. En 1630 comenzó a crecer, cuando la zona fue invadida por los
holandeses, en guerra contra Portugal. Aprovechando el caos generado por la
invasión, muchos esclavos optaron por fugarse, reuniéndose con los que ya
habitaban los poblados anteriores; la competición entre portugueses y
holandeses por controlar Pernambuco creaba las condiciones ideales para que los
esclavos fugados construyeran su propio espacio en la zona. Para cuando el
conflicto con Holanda hubo terminado, ya se había consolidado en el territorio
una especie de estado propio.
Aunque
muchos detalles de la vida en el quilombo se desconocen, se sabe que cada
población del quilombo contaba con un conjunto de líderes, los cuales a su vez
escogían después un líder conjunto, que actuaba como gobernante del conjunto de
los habitantes de Palmares. Estos líderes y el gobernante por ellos escogido se
reunían periódicamente en la población que era la capital. Además, se sabe que
había fluidas relaciones con las poblaciones indígenas de la zona, dándose
también casos de convivencia.
Otro
dato conocido es que en Palmares se desarrolló una articulada jerarquía,
conformada gracias los lazos
matrimoniales entre diversos fundadores del quilombo y algunos llegados
después, de modo que las familias aristocráticas africanas a las que muchos
pertenecían se fundieron, más allá de sus origen, para conformar una nueva élite que regía el quilombo. También
contribuyó a consolidar lazos entre los habitantes el hecho de que comenzara a
usarse una lengua común, favoreciendo así el entendimiento. Estadísticamente, la
mayoría de los esclavos provenía de la región de Congo-Angola, por lo que
probablemente la lengua que se empleaba en el quilombo fuera bantú, mezclada
con lenguas europeas con las que sus habitantes habían entrado en contacto
durante sus experiencias como esclavos.
Pese
a tratarse de un territorio conformado por aquellos que huían de la esclavitud,
no se trataba sin embargo de una sociedad igualitaria: se otorgaban privilegios
como tierras y sirvientes a quien hubiera sido noble o guerrero antes de convertirse
esclavo. De hecho, algunos de los que allí vivían eran esclavos de las élites
del quilombo; la esclavitud, al fin y al cabo, era también una práctica común
en algunas de las zonas de África de las que muchos de ellos provenían.
En
lo que se refiere a la defensa, las aldeas que conformaban el quilombo estaban
fortificadas con muros de madera reforzada con piedra, y se situaban en lugares
de difícil acceso, con vías de acceso plagadas de trampas. Completaban estas
defensas con fosos y estacas afiladas. En cuanto al ataque, los quilombalas
practicaban incursiones en las plantaciones vecinas para obtener armas y
liberar esclavos, librando una guerra de guerrillas contra los plantadores y
sus mercenarios (o incluso tropas regulares), cuando estos trataban de
recapturar a los esclavos huidos. De hecho, Palmares fue considerado como un
gran peligro por el gobierno colonial, no sólo por las pérdidas económicas que
suponían las incursiones, sino porque su presencia impedía la expansión de los
plantadores. Por último, pero no menos importante, en tanto existiera el
quilombo se daría un permanente estado de efervescencia levantisca entre los
esclavos, dado que sabían que existía un lugar al que huir.
Hacia
1670 asumió el mando del quilombo de Palmares Ganga Zumba, su líder más famoso,
era hijo de un aristócrata de la región africana del Congo, donde fue esclavizado
por los portugueses. En 1676 el ejército portugués atacó Palmares, matando unos
doscientos quilombolas y capturando a dos hijos de Ganga Zumba, aunque no lograron
tomar Macaco, la capital, en la que el líder residía. El año siguiente, dado
que aún no habían podido reducir a los habitantes del quilombo, el gobernador
de Pernambuco ofreció a los quilombolas reconocer la libertad de los nacidos en
el quilombo, dándoles además la posesión de algunas tierras en Cacaú y la
posibilidad de negociar con los habitantes de territorios vecinos; a cambio,
debían someterse a la autoridad portuguesa, pasando a ser vasallos de la corona.
Esta oferta dividió a los habitantes del quilombo, ya que parte de ellos
desconfiaba de la autoridad portuguesa, mientras que otros valoraban la
posibilidad de vivir en paz. Finalmente, una numerosa parte de los pobladores
siguió a Ganga Zumba a la región de Cacaú, donde se establecieron y vivieron en
libertad. En 1780 murió Ganga Zumba, y poco después algunos de los que lo habían
seguido retornaron a Palmares; buena parte de los que se quedaron en Cacaú, por
otro lado, fueron capturados o ajusticiados.
Pese
a su trabajado sistema de defensa, el quilombo cayó finalmente bajo los ataques
del ejército portugués en febrero de 1694. Su último líder, Zumbi, sobrino de
Ganga Zumba, fue decapitado el 20 de noviembre 1965, un año después de la
destrucción de la mayoría de centros importantes de Palmares. Su cabeza fue
posteriormente suspendida de una estaca en la plaza pública de Recife, capital
de Pernambuco, para desalentar a los esclavos que planearan cualquier intento
de rebelión y fuga contra la autoridad de sus amos y la corona portuguesa.
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