Hola amigos, siguiendo con mi
idea de proponer distintos destinos turísticos de fácil acceso para todos hoy
os traigo un nuevo capítulo de “planes de fin de semana”. En este capítulo os
quiero acercar a un pequeño pueblo de Guadalajara. Con un pasado medieval
reflejado en sus construcciones características del siglo XIII. Estamos
hablando de Gascueña de Bornova.
La localidad se encuentra a 131 kilómetros de Madrid y a 73 de Guadalajara. Desde Madrid debe tomarse la A-2 y tomar el desvío 50 hacia la N-320. Una vez atravesado el casco urbano de Guadalajara hay que tomar la carretera de Fontanar (CM-101) y atravesar los diversos pueblos hasta llegar a nuestro destino. Gascueña de Bornova
Situado en la falda sur de la Sierra del Alto Rey, lugar desde cuyas
cumbres se precipitan numerosos cursos
de agua, como el propio rio Bornova, así como numerosos arroyos que lo
alimentan. Estos cauces irrigan la zona de Gascueña, proporcionando las aguas
necesarias para regar los tradicionales huertos que han supuesto una parte importante del sustento de la población local.
La construcción tradicional de la
localidad refleja la característica construcciones tradicionales serranas, a base
de madera y pizarra, siguiendo el modo
conocido como arquitectura negra.
El entorno de Gascueña presenta
un excelente estado de conservación, de forma que invita a realizar agradables
paseos a pie, a caballo o en bicicleta; permitiéndonos descubrir un maravilloso paisaje natural en cualquier
momento del año. La situación del pueblo, a cierta distancia de las principales
vías de comunicación, ha mantenido al pueblo aislado de las taras del turismo
Masivo, dejando al destino como un lugar de tranquila visita.
El topónimo “Gascueña” ya nos
desvela parte de la historia del pueblo, derivado de la palabra francesa “Gascones”,
lo que nos invita y transporta a la época de Alfonso VIII, momento en el que la
región fue repoblada por soldados franceses
que acudieron a la convocatoria del monarca a la renombrada “reconquista”.
El apellido Bornova es debido a la cercanía del poblado al rio Bornova que
surca el término municipal de Norte a Sur.
El primer dato sobre la historia
de Gascueña, puede datarse en el S. XIII, momento en el que sabemos que
Gascueña perteneció al Común de Tierra y Villa de Atienza, hasta que en el
siglo XV d.C. la tierra de Jadraque consiguió su reconocimiento con el título
de Común independiente. En ese mismo siglo, Gascueña fue señoreado por la
familia Carrillo y posteriormente paso a mano de los Mendoza. En el Siglo XVI d.C. pasó a manos del Ducado
del Infantado, que lo mantuvo hasta 1812, momento en el que se abolen los señoríos
por orden de las Cortes de Cádiz.
Entre los elementos históricos destacables
encontramos la gran atracción histórica de la zona, La Iglesia de Nuestra
Señora de la Asunción. Se trata de un templo de principios del Siglo XIII, con
elementos característicos del románico rural de la región, aunque sufrió
posteriores modificaciones en los Siglos
XVI d.C. y XVII d.C. En su construcción se emplearon materiales propios de la región,
como la pizarra y la cuarcita, que fue utilizada en forma de sillares en las
esquinas y en la espadaña, así como en la mampostería en los muros.
El acceso consiste en un doble pórtico
orientado al mediodía. La portada, está formada por un arco de medio punto
dovelado con tres arquivoltas, tratándose de uno de los elementos románicos originales
que se conservan. En el interior de la nave, restaurada recientemente, se
encuentra de forma destacable la pila bautismal, datada en el siglo XIII y
siendo, por lo tanto, contemporánea a la construcción de la iglesia.
El proceso de reconquista, quedo
marcado en la localidad con la construcción de diversas ermitas, de las que
solo se conserva el pequeño templo ubicado en el cruce entre la calle Mayor y
la Calle Solanilla. Así como, también queda remarcada la importancia de los
recursos hídricos de la región, mediante la construcción de diversas fuentes y
abrevaderos. Siendo las más representativas la fuente de la plaza, de 1865, la
fuente de “Enmedio” y la fuente de “El Barrio”
En la zona se dio una cierta
importancia a la extracción de plata tal y como muestra el asentamiento de la
Constante. Levantada por la sociedad inglesa “La bella Raquel” en 1845, fue la más
importante fábrica metalúrgica en el distrito de Hiendelaencina, una prospera
industria que se mantuvo hasta la fecha de su cierra en 1926. Situada junto al
Rio Bornova aprovecho en un principio la fuerza hidráulica, para ser posteriormente
modernizada con máquinas de vapor. La planta fue la primera fábrica española en
emplear el método de amalgamación. Su
periodo de mayor esplendor corresponde a
la etapa bajo la responsabilidad del ingeniero francés Bontoux y el financiero Rotschild,
potenciando escombreras y adquiriendo más adelante diversas minas. Tras
diversos problemas y sucesivos cambios de propiedad, las instalaciones fueron
clausuradas en 1926, quedando actualmente un escaso número de ruinas como
exponente de su esplendor pasado. En la actualidad, por encontrarse en
propiedad privada, no se puede acceder salvo con autorización de los
propietarios.
Pero no todo es historia, el gran
valor de la localidad es su entorno natural. Reconocido por la Unión Europea
que lo catalogó como Lugar de Interés Comunitario (LIC) y Zona de Especial
Protección Para las Aves (ZEPA).
En el término de Gascueña se
incluye parte de la Sierra del Alto Rey, en la que domina el bosque de roble
melojo. Aunque la explotación de la región como para la tala de madera y el
pastoreo han reducido la extensión de los robledales. Donde la fauna destaca
por la presencia de Águilas reales, Halcones peregrinos, alimoches y buitres
leonados, como muestra de ave; y la boga, la bermejuela y la colmilleja, así
como nutrias como parte de la diversidad de la fauna.
Muy interesante. Y los piratas llevándosen la plata....
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