lunes, 18 de mayo de 2015

La caida de Roma: Introducción a los movimientos Bagaudas


Como vimos en anteriores post, los visigodos pasaron de ser una fuerza marginal a ser un auténtico musculo de las fuerzas armadas romanas. Una estrategia, que repetiría Roma, pero que a su vez implicaría la pérdida de control de su territorio.  Roma era incapaz de mantener la seguridad en su territorio, en la sección occidental, por lo tanto el empleo de terceras fuerzas era algo común, en un territorio que solo dominaba Roma de forma nominal. Pero, no solo eran fuerzas ajenas al imperio lo que asolaban las tierras de la parte occidental (Pars Occidentalis), si no que existían otros problemas de índole interno que impedían al imperio actuar de forma eficiente y mantenía la sección occidental inmovilizada. Siguiendo con la misma temática que trato últimamente, La caída de Roma, considero que incluir aquí las revueltas de las “Bagaudas”  puede ser interesante para darle nuevamente un matiz necesario que explique el inmovilismo en seguridad que azotaba el imperio, y que permitió la entrada de fuerzas ajenas al poder de Roma.

Extraido de: http://mm.queaprendemoshoy.com/wp-content/uploads/2013/03/invasiones-barbaras-450x306.jpg



El término bagauda es un concepto con una doble etimología, por un lado viene a significar Ladrón o rebelde, mientras que por otro lado viene a significar Soldado, por lo tanto es comprensible concebir este movimiento como una revuelta de hombres armados, y que más de lo que quiso reconocer Roma fue muy simbólico de la realidad imperial.

El movimiento Bagaudico es imposible entenderlo sin aclarar su fuerte relación con el periodo de la crisis del siglo III, momento en el que la inseguridad imperial empezó a verse como un elemento constante.

La crisis del siglo III influyo fuertemente en la economía y por lo tanto también influiría en la sociedad, provocando los cambios necesarios para que surgieran movimientos de descontento, que al irse generalizando dieron lugar a una situación de inestabilidad, y que obligaron al imperio a actuar de forma contundente.

La economía  en el siglo III nos sirve como elemento clarificante, aunque por supuesto no único, de una crisis enorme ya aquejada desde tiempos del emperador Marco Aurelio. La tasa de mortalidad aumentó. La peste azotaba el imperio, esto es un interesante tema del que hablaré en otro momento; los conflictos bélicos, seguidos de conflictos civiles, son solo algunos elementos que explicarían la ruptura de la pax romana. Y por todo el imperio proliferaban bandas armadas dedicadas al saqueo.
Las terribles invasiones del siglo III vinieron a incidir en una realidad ya tensa de por sí. Numerosos asentamientos agrícolas cayeron en la ruina. Afectando de manera más profunda  a los pequeños campesinos que a lo grandes propietarios. Produciéndose entonces el paso de numerosos campesinos libres a una situación de dependencia. Estos cambios, en una situación muy delicada debido a las constantes incursiones germánicas, acabaron provocando brotes violentos, conocidos como Bagauda.

En estos movimientos, campesinos y pastores, se amotinaban de tal forma que llegaron a constituirse como verdaderos ejércitos dispuestos al saqueo, con las ciudades y las villas de los adinerados como objetivo. Desde luego, no hay que entender a los movimientos bagaudicos como elementos de una misma revuelta duradera, sino como movimientos aislados unos de otros, que llegados a cierto momento se convirtieron en un gran problema, más por inacción imperial que por propia acción de estos movimientos.

Los territorios más afectados por estos movimientos quedan tradicionalmente marcados a las zonas de la Galia e Hispania, zonas que tradicionalmente se han visto aquejadas por conflictos derivados de los intereses de sus respectivos gobernantes. En particular Hispania no hay que obviarla como un territorio, que aunque perfectamente integrado en las estructuras imperiales, era un territorio periférico, con una sociedad rica debido a sus recursos naturales. Sobre todo, eran aquejadas aquellas zonas de baja romanización, o de romanización más moderada.

Así me despido por hoy, dejando para otro dia la explicación de los diversos movimientos bagaudicos que afectaron al imperio, si hubo más de uno, así que espero no aburriros con este, a mi parecer interesante tema.

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