jueves, 21 de mayo de 2015

Elecciones en Roma

Este fin de semana, van a ser las elecciones Generales en nuestro país. Un país, que siempre se ha enorgullecido de su pasado grecorromano. Pero ¿son nuestras elecciones parecidas a las que concurrían en la antigua Roma? ¿Cómo eran las elecciones en Roma? ¿Qué requisitos debían cumplir los candidatos para poder presentarse? ¿Quién les elegía? ¿Cómo era el día electoral?

Cicerón ante el senado
Cicerón ante el Senado
Extraido de :Histoire-fr.com



Los candidatos debían cumplir una serie de requisitos para poder ser aspirantes a un determinado puesto, entre el que destacaba el que fueran honestos y su candidatura beneficiara a Roma. Debían declarar ante el magistrado que fuera a presidir el proceso electoral su intención de ser elegidos para un cargo, ante lo que el magistrado podía, o no, aceptar la inscripción. En el ámbito municipal los aspirantes debían presentar una declaración expresa al consejo municipal dentro de un día determinado, que era prefijado por ley antes del día previsto para la votación, dentro del mes de marzo, ya que los elegidos tomaban posesión de su cargo el uno de julio, siendo proclamados con tres meses de antelación.

Si los candidatos no renunciaban y eran finalmente aceptados, se incluían sus nombres en la lista electoral, y se dejaba expuesta en el Foro y en otros lugares de alta frecuencia, entre las que se encontraban las Contiones, reuniones convocadas para discutir las rogationes o para presentar a los candidatos. En estas reuniones era las únicas en las que los candidatos podían hacer uso de la palabra, lo que las convertía en focos de propaganda electoral. Por lo tanto permitía al candidato exponerse a una mayor cantidad de la población.

Los candidatos quedaban diferenciados del resto, porque a partir del momento en el que les aceptaban como Candidatii, estos llevarían una toga blanqueada con tiza.

La publicidad electoral  tenía una presencia activa en Roma, ya que el Cursus honorum,, una especie de curriculum vitae de la experiencia política,lo que les obligaba a contar con el respaldo del electorado si se quería acceder a una magistratura, lo que suponía un esfuerzo dirigido a convencer al potencial electorado.

En teoría no debían hacer propaganda electoral, pero en la práctica los candidatos estaban haciendo constantemente publicidad de todo lo que a ellos concernía. Aunque esto se lo saltaban muy a menudo, pues encontraban las estrategias legales que les permitían saltarse el no poder hacer propaganda.

La celebración de los comicios se inician con un ritual de escrupuloso cumplimiento, lo que era garantía de su legitimidad. Una vez designado el presidente y designada por los cónsules  la fecha de la convocatoria, el comienzo de las votaciones se veía precedido por unas ceremonias religiosas. En las cuales el magistrado que presidía debía verificar que el acto contaba con los auspicios favorables. La importancia de dicho ritual era tal que un fallo en el mismo podría provocar la invalidez del proceso electoral.

Entre las funciones del magistrado se encontraba la obligación de resolver cualquier problema técnico o material que pudieran surgir en el trascurso del acto.

Con los augurios favorables y bajo supervisión del arúspice, el magistrado ofrecía un sacrificio ritual, durante el cual  se daba por concluida la fase propiciatoria. Seguidamente el magistrado entraba entonces  en el espacio electoral, donde estaban ya dispuestas las urnas y los ciudadanos  que desempeñarían de manera voluntaria las tareas auxiliares. El presidente subía a una tribuna desde la cual recibía la información de las incidencias según se fueran produciendo, resolviéndolas in situ para garantizar la correcta evolución del acto. Por último, recibía a los rogatores  que le entregaban los resultados de la votación, y desde la tribuna proclamaba a los candidatos que resultaban electos.

La votación comenzaba cuando el presidente daba la orden al praeco  para llamar al pueblo, que siguiendo la tradición se organizara en tribus, a entrar en el espacio electoral para proceder a las votación. Una vez obtenidos los resultados, el presidente hacia públicos los resultados parciales, por Tribus.


Vemos que el proceso electoral aunque esencialmente parecido al actual, en el que cada cuatro años nos convocan a los ciudadanos a elegir a nuestros representantes a unos recintos electorales, viéndonos divididos en distritos electorales. En la práctica era un sistema distinto, donde los candidatos debían haber mostrado una serie de requisitos mínimos para poder aspirar al puesto, unos requisitos en los que la honestidad era marcada como un elemento imprescindible, no como ahora ¿verdad? Donde a pesar de probadas actitudes deshonestas, vemos a ciertos candidatos acudir a continuados comicios.

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