miércoles, 20 de mayo de 2015

Reflexión: El secuestro de la Historia

Parafraseando a Orwell, “Si quien controla el pasado, controla el Futuro, ¿Quién controla el presente controla el pasado?” ¿Acaso es esta cita una de las pocas muestras de realidad que nos queda en los tiempos en los que vivimos? Últimamente, según voy escribiendo en el blog me doy cuenta de que la historia se encuentra secuestrada por la sociedad contemporánea, un secuestro que solo busca el claro objetivo de legitimar nuestros actos y mantener un control de una creciente masa curiosa. Por lo tanto el presente Post no deja de ser una reflexión personal sobre cuál es el actual estado de la historia. Y no en vano redundo en el concepto de “secuestro de la historia” una historia elaborada para darle sentido a nuestros actos como sociedad y reflejar un miedo a un pasado que realmente desconocemos por propio interés.

Extraida de : http://www.imagui.com/a/imagen-del-arte-pre-historia-TzEarLeax


Lo que conocemos como historia es un “constructo”, un artificio que nos permite localizarnos en el presente usando como punto de referencia el pasado para poder enfocar un futuro. Pero nunca intervenir en este último, hasta que el segundero lo convierte en presente.

De esta manera vemos que la historia no es algo inamovible, sino que es más parecido al arte abstracto, en el que cada espectador tiene su opinión de lo representado. Y es libre de guardar su opinión o expresarla, al fin y al cabo el acto máximo de libertad es decidir si se quiere hacer o no algo.

En las últimas semanas, hemos sido testigos de uno de los peores actos contra la “historia” como ideal. Hemos visto como intencionadamente el ser humano usaba a otro ser humano para destruir su historia. Y amigos, la historia ha llorado, ha sufrido, y nos ha señalado a todos, no solo a la mano ejecutora, sino a la pasiva mirada que hemos tenido al respecto. Porque no hace falta irse lejos para descubrir como mutilamos la historia para amoldarla a nuestros intereses.

Dependiendo del momento somos capaces de hablar de Numancia como ejemplificación de la resistencia al imperialismo y a la vez alabar la pertenencia a dicho imperio. Somos capaces de hablar de los visigodos como bárbaros incivilizados cuyo fin último era la destrucción, y a la vez catalogarlos como el más puro de los linajes españoles, que a su vez resistió el ansia conquistadora de una fuerza que luego se convirtió en ejemplo del mundo entero.

Mutilamos, y deformamos la historia para convertirla en nuestras historias, nuestros cuentos de cama con los que dormir tranquilos, pues Numancia, Adriano, Trajano, Ataulfo, Rodrigo, Pelayo, Fernán González, los  reyes católicos, el gran capitán, nuestros mártires del 2 de mayo, y otro largo etc. de personalidades. Están ahí para proteger nuestra historia, y convertirla en nuestro escudo protector frente al mundo. Pero lo que consiguen con todo esto es darnos, no un escudo, sino una jaula de contenidos. Una jaula en la que decimos ser libres, pero jaula al fin y al  cabo.

De esta manera vemos que la historia es usada para poder controlar nuestras emociones, nuestras ansias de libertad. Le damos forma física, constante e inmutable a lo que realmente es un flujo. La historia es como un rio de información, al que hemos tratado de encauzar y limitar, la hemos trazado a golpe de hito, y la hemos organizado para poder entenderla en un espectro básico.

Muchas son las investigaciones que acaban antes de empezar simplemente porque no interesa realizarlas, muchas son las que son silenciadas y otras tantas anunciadas a bombo y platillo sin tener ningún dato concluyente.


Así vemos y vivimos una historia explicada para darle sentido a un mundo que no entendemos, o no queremos terminar de entender, secuestramos la historia para así convertirla en nuestra historia. En algo manejable y fácil de entender, para una mente perezosa y que interesa mantener perezosa.

2 comentarios:

  1. Interesante reflexión. A mi no me enseñaron Historia, me enseñaron a memorizar esos "cuentos". Imagino que cuentos tan distintos según quien los cuente y en qué país.

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  2. Este post me hace pensar sobre la manipulación constante de la información. Evidentemente a una pequeña parte del mundo no le interesa que se conozca la verdad, por lo cual mi conclusión es que lo que suena es ruido y hay que saber donde encontrar lo cierto.

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