miércoles, 27 de mayo de 2015

La transexualidad en la historia. El Caso de Eleno de Céspedes

En la actualidad, el ser humano tiende a pensar que es durante su tiempo cuando surgen los nuevos cambios que vienen a modificar las reglas de relación social, un caso particular viene siendo la transexualidad, que  consideramos una novedad de nuestro tiempo, pero nada más lejos de la realidad, pues encontramos en la historia diversos capítulos que nos son extrañamente familiares, donde individuos por su condición distinta de la sociedad en la que viven, se ven arrastrados a una vorágine que termina por consumirlos. Un ejemplo de esto es Elena de Céspedes, una mujer que se sentía hombre y quiso vivir como tal, y para ello se sometió a un proceso de transexualidad, y por ello la persiguieron y condenaron de forma injusta.

Elena de cespedes
Representación de Elena de Céspedes.
Extraido de: http://www.visitapenasco.com.mx/



Elena de Céspedes, o Eleno de Céspedes, fue un transexual español que vivió en el siglo XVI. En el momento de su nacimiento  se le identificó como mujer, y como tal se le enmarco en esa condición. Pero según se fue desarrollando, su identidad sexual fue sufriendo variaciones, llegando al caso de incluir evidencias de tener órganos sexuales masculinos, elementos que llegarían a serian puestos a prueba por Francisco Díaz de Alcalá, que por encargo del vicario de Madrid debía tomar una decisión al respecto, siendo su veredicto positivo, permitiendo a Eleno de Céspedes la posibilidad de casarse con una mujer.

Un año más tarde, su caso sería revisado, realizando un estudio más profundo de las evidencias. En dicha revisión, Eleno de Céspedes, fue revisado por varios médicos, cirujanos y matronas, llegando a la conclusión de que su condición sexual era femenina.

Tras el nuevo proceso, la en ese momento llamada Elena de Céspedes, fue sometida a juicio por la inquisición. La defensa de Elena de Céspedes giro en torno a que se definía como hermafrodita. Nuevamente fue examinada por Francisco Díaz y Juan de las Casas, confirmando la conclusión de su condición femenina.

La conclusión a la que se llegó, fue un error de forma, que habría permitido a Elena de Céspedes la manipulación de su cuerpo mediante una operación quirúrgica que habría realizado sobre sí misma en los pechos y genitales. La operación debió ser de considerable calidad ya que pudo engañar al propio médico y cirujano del rey Felipe II, que para defenderse dijo que fue víctima de una “ilusión” o “arte sutil” que enmascaro el embuste. Además añadió de forma muy oportuna una amnesia al declarar no recordar haberla tocado con las manos., dejando el examen en meramente visual.

Elena de Céspedes siempre vinculo su masculinidad a un elemento natural, lo que evitaría las acusaciones de transexualidad, que acarrearían mayores problemas.

Los informes negativos se repitieron por otros médicos, que reafirmaron su condición femenina, y que propusieron como respuesta a que el engaño debió realizarse mediante el uso de piel de oveja curtida, con una técnica muy semejante a la que se usa para la realización de guantes.

Con estas evidencias, se la acusó de Hechicería y de herejía, siendo estas acusaciones negadas por la acusada, manteniendo así su versión original. En 1588 se la condenó a una pena de doscientos azotes  y a reclusión durante diez años, donde trabajaría como enfermera.


El caso de Elena de Céspedes, no deja de ser uno más que nos ayuda a entender cómo funcionaba la mente de una sociedad temerosa de lo desconocido, y donde se ve clara la clásica lucha del individuo contra un sistema represivo contra unos grupos determinados, a los que se aislaba por no querer comprenderlos.

2 comentarios:

  1. Hola Jesús, otra evidencia del miedo infundado por el poder del momento. En el fondo somos seres tradicionales que a pesar de conocer la existencia de la transexualidad en pleno siglo XXI seguimos mostrando asombro y desprecio. Definitivamente la naturaleza espiritual es la que te define no el cuerpo y la tendencia sexual. Pero es mejor mantener mentes cerradas para que no busquen cambio y evolución en si mismas. MIEDO MIEDO y más MIEDO, el poder siempre busca sembrar miedo.

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  2. La historia nos lo dice: sembrar el miedo para tener el control, y otra la omnipotencia de creerse en posesión de que la única verdad es la suya, sobre todo por parte de instituciones políticas y religiosas que además suelen ir de la mano.

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